Las redes sociales ofrecen un espacio aparentemente público en el que podemos escuchar para saber qué se dice de nosotros. Sin embargo, hay una serie de limitaciones legales que no debemos perder de vista y que debemos tener en cuenta.
Las limitaciones legales varían en función del país pero en general hay unas bases compartidas por todos. Es cierto que hay empresas que se saltan la legalidad y ofrecen datos que se salen de este marco porque tecnológicamente pueden, pero eso no significa que legalmente sea una posibilidad. Mantenerse dentro de la legalidad, también da la tranquilidad a los usuarios, que saben que las redes sociales pueden ser muy invasivas pero que pueden tener la tranquilidad que hay unos límites que no se cruzan. Si estos límites se cruzan, se estaría quebrando también la confianza con potenciales clientes.
Además, todo lo relacionado con datos personales tiene una sensibilidad especial y podría llegar a sobredimensionarse el problema. Por otro lado, no todos los perfiles en Internet son públicos. Hay muchas personas que optan por perfiles privados, en lo que aquello que publican solo se comparte con sus amigos o las personas a las que han dado permiso explicito. Esto pasa especialmente en Facebook o en Instagram, pero también en Twitter y en otras plataformas.
Sea como sea, escuchar estas conversaciones es extremadamente difícil, ya que las propias redes sociales suelen protegerlas. Pero aunque tecnológicamente se pudiera, se estaría cruzando la línea roja en la que el usuario decide hasta dónde quiere compartir. Es cierto, que al tratarse de un mundo relativamente nuevo y un entorno muy cambiante, a veces, a las leyes les cuesta seguir el ritmo y muchos aspectos quedan en una especie de agujero en el que no está del todo claro si algo está prohibido o está permitido.
Esta reflexión se debe hacer antes de poner en marcha la estrategia para saber cuáles son las limitaciones que nos podemos encontrar. Cuando se trate de temas en los que la decisión no esté clara, "porque quedan un poco en el limbo", tendremos que decidir acorde a los criterios y código de la empresa. Pero siempre tendrá que ser una decisión bien fundamentada y que podamos seguir defendiendo en el futuro.
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